Intro
Este plato se ha convertido en el "porque hay nada en la nevera" de todo el año de familias humildes, si no principiantes o siempre amantes de la buena mesa.
el origen del plato se remonta a hace varios siglos en toda Castilla y parte del norte de España cuando las familias más humildes arramplaban con lo que tenía por sus casas y elaboraban sopas de pan y agua, con las migas de pan, algo de grasa (mantecas), ajos y si se podía pimentón. Por esto y por la sencillez del mismo, siempre se le ha relacionado con el ayuno en tiempos de cuaresma (y sin serlo), así el plato cobraba especial importancia al pensar que por el pimentón recordaba al chorizo y que el pan hidratado recordaba a la carne ¿curioso verdad?.
Hoy desde luego este plato y respetando tradiciones se hace casi exclusivamente por gusto, por que en verdad el plato es sabroso y simplón y es realmente un primer plato perfecto para un restaurante, o un plato de cena que raya la perfección porque por un lado aprovechas las grandes sobras de pan y de caldo, y por otro lado es una cena ligera y digestiva.
Cada uno experimente la variación que más guste: algunos le añaden pan tostado, o bacalao, o setas, o agua de cocción de coliflor, o verduras, o atún, o se le añaden especias y hierbas finas; eso sí, siempre respetando los ingredientes principales:
el agua, los ajos, el pimentón y el pan.
Ingredientes
Agua
1/4 barra de pan fileteada de hace unos días
3 dientes o media cabeza de ajo
Pimentón dulce molido
1 Punta de jamón
1 huevo por persona
1/2 cubito de caldo (Avecrem!) o fondo de legumbres
Aceite de Oliva Virgen Extra
Sal al gusto
PREPARACIÓN
En una cazuela se pone a hervir agua, la punta de jamón o gordo fresco del jamón, el Avecrem y la sal. Mientras tanto, se corta el pan en rodajas de 1 centímetro, se fríen ligeramente a baja temperatura sin quemarlas, en una sartén con aceite y se reservan.
En esa misma sartén se echan los ajos cortados en lonchas finas. Cuando los ajos estén dorados se echa el pimentón y se revuelve todo bien. Se echa liquido de la cocción, se rebaña bien y se echa sobre el preparado.
En este momento sacar el jamón y echar los huevos batidos ligeramente en un vaso y apagar.
Echar al caldo de cocción una cabeza de ajos para que cueza y le de aún más carácter a plato. Desmenuzar el jamón cocido en el plato.
el origen del plato se remonta a hace varios siglos en toda Castilla y parte del norte de España cuando las familias más humildes arramplaban con lo que tenía por sus casas y elaboraban sopas de pan y agua, con las migas de pan, algo de grasa (mantecas), ajos y si se podía pimentón. Por esto y por la sencillez del mismo, siempre se le ha relacionado con el ayuno en tiempos de cuaresma (y sin serlo), así el plato cobraba especial importancia al pensar que por el pimentón recordaba al chorizo y que el pan hidratado recordaba a la carne ¿curioso verdad?.
Hoy desde luego este plato y respetando tradiciones se hace casi exclusivamente por gusto, por que en verdad el plato es sabroso y simplón y es realmente un primer plato perfecto para un restaurante, o un plato de cena que raya la perfección porque por un lado aprovechas las grandes sobras de pan y de caldo, y por otro lado es una cena ligera y digestiva.
Cada uno experimente la variación que más guste: algunos le añaden pan tostado, o bacalao, o setas, o agua de cocción de coliflor, o verduras, o atún, o se le añaden especias y hierbas finas; eso sí, siempre respetando los ingredientes principales:
el agua, los ajos, el pimentón y el pan.
Foto extraída de www.lacoctelera.com
Ingredientes
Agua
1/4 barra de pan fileteada de hace unos días
3 dientes o media cabeza de ajo
Pimentón dulce molido
1 Punta de jamón
1 huevo por persona
1/2 cubito de caldo (Avecrem!) o fondo de legumbres
Aceite de Oliva Virgen Extra
Sal al gusto
PREPARACIÓN
En una cazuela se pone a hervir agua, la punta de jamón o gordo fresco del jamón, el Avecrem y la sal. Mientras tanto, se corta el pan en rodajas de 1 centímetro, se fríen ligeramente a baja temperatura sin quemarlas, en una sartén con aceite y se reservan.
En esa misma sartén se echan los ajos cortados en lonchas finas. Cuando los ajos estén dorados se echa el pimentón y se revuelve todo bien. Se echa liquido de la cocción, se rebaña bien y se echa sobre el preparado.
En este momento sacar el jamón y echar los huevos batidos ligeramente en un vaso y apagar.
Echar al caldo de cocción una cabeza de ajos para que cueza y le de aún más carácter a plato. Desmenuzar el jamón cocido en el plato.
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